Dolor de espalda baja: causas y tratamiento

La espalda suele ser una de las zonas del cuerpo más afectadas por dolores y lesiones, siendo el dolor lumbar, el más común en la población adulta. Este tipo de dolor aparece en el área más baja de la espalda, entre la región costal y los glúteos.

Las alteraciones asociadas a este dolor, llegan a ser incapacitantes, cuando no se les da un correcto manejo, incluso para desarrollar actividades cotidianas.

El dolor de espalda baja o dolor lumbar, tiene 3 clasificaciones clave, que le permiten a los profesionales de la salud darles el tratamiento indicado.

• Dolor agudo: menor a 6 semanas, generalmente relacionado con lesiones osteomusculares o condiciones abdominales específicas, de fácil manejo.
• Dolor subagudo: entre 6 a 12 semanas, asociado a condiciones osteoarticulares que tuvieron un manejo inadecuado y que requieren soporte médico para darles solución.
• Dolor crónico: mayor a 12 semanas, se trata de condiciones que no solo requieren del acompañamiento médico, sino de estudios adicionales, para definir tratamientos.

CAUSAS:

El dolor lumbar puede estar asociado a un ejercicio mal practicado, movimiento brusco o posición continua, en un 80% de los casos, lo anterior, debido a que existen actividades diarias en las cuales es necesario mantener una postura específica y realizar cargas con peso. Estos casos suelen provocar un aumento en la carga de los músculos, discos intervertebrales e inflamación en el área articular de las vértebras.

El 20% restante está asociado a alteraciones renales, del colón y ginecológicas, entre otras, que deben ser consultadas con un profesional de salud.

TRATAMIENTO:

Para el dolor agudo existe un manejo que puede disminuir las molestias en esta zona.y se centra en medios físicos (calor y frío) y ejercicio, que adicionalmente, previenen la aparición de dolores subagudos o crónicos.

En casos de desviaciones de columna, lesiones de discos intervertebrales, síndrome piramidal, sacroilitis o síndrome miofascial, entre otros, el ejercicio contribuye a mejorar la postura, el control de los abdominales y glúteos, la estabilidad para distribuir cargas, disminuir la intensidad de la molestia y la frecuencia de aparición de estos síntomas.

Sin embargo, es importante aclarar que se debe solicitar una evaluación médica siempre que existan dudas respecto al origen del dolor, para evitar que la situación empeore al realizar ejercicios, pues al no precisar de dónde viene el dolor podemos alejarnos del bienestar.

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Existen algunos ejercicios que trabajan las articulaciones, y pueden influir en el mejoramiento de los síntomas de un dolor de espalda agudo. Mejorar la movilidad articular en hombros, escápulas, cadera y pelvis, marca la diferencia en el control de la espalda, al evitar la presión en los discos lumbares.

Es muy importante buscar un profesional que pueda diseñar un programa de entrenamiento enfocado en fortalecer y mejorar la estabilidad de los músculos que rodean la espalda.

Dentro de las prácticas adicionales más recomendadas para la lumbalgia se encuentran: el yoga, el stretching y los ejercicios de fortalecimiento, como Pilates; de lo cual, ya existen evidencias del aporte a la disminución de síntomas y reaparición del dolor.

Por otra parte, el manejo a través de terapias y medicina, también ayudará a disminuir la molestia física de acuerdo con la temporalidad del dolor y las recomendaciones de un especialista.

1. Medios físicos, como frío y calor en la zona afectada.
2. Fisioterapia sedativa.
3. Terapia manual
4. Infiltraciones
5. Manejo farmacológico con analgésicos y relajantes musculares.

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