Nutrición
Prepara deliciosas y saludables recetas navideñas en casa
Que esta época de compartir deliciosos platillos junto a los que amamos, sea la ideal para encender nuestra creatividad y probar recetas tradicionales en una versión saludable.
Cinco gramos de sal diaria (una cucharadita de postre), es lo que la OMS recomienda. Una gran mayoría de personas consumen el doble. Asume el reto de reducirla atendiendo a tres momentos.
Inicialmente el ser humano usó la sal para preservar las comidas. Siglos atrás cuando, por supuesto, no existían las neveras. Es decir, el gusto por la sal, es adquirido. Y adquirido de forma tal que su consumo excesivo ha llevado a la creciente aparición de hipertensión, problemas cardíacos, hepáticos y renales. No se trata de eliminar la sal por completo, pero tampoco de esperar a que el médico te prohíba su consumo.
Cualquier persona puede acostumbrarse de manera gradual a comidas menos saladas. Este reto propone concentrarte en tres momentos específicos para disminuir el consumo de sal y cuidar tu salud.
Momento 1: entre comidas
Aunque no lo creas, este es el momento crucial. Hasta 80 por ciento de la sal se consume de manera ‘invisible’, es decir, sin el salero en la mano. Los alimentos precocinados y empaquetados son el riesgo número uno. Puede que se tenga noción de ello frente a un paquete de papas, pero hay otros snacks, incluidos los dulces como galletas y cereales, que son ricos en sal.
El desafío es controlar lo que se come entre horas. Disminuye las porciones y la frecuencia —ojalá hasta eliminarlos de tu dieta— de los snacks de paquete y los aperitivos como embutidos, pepinillos, porciones de pizzas o empanadas, y sustitúyelos por alimentos frescos o bajos en sodio. Frutas y verduras siempre serán la mejor elección.
El reto puede comenzar de manera sencilla: prueba a cambiar el maní o los frutos secos de ciertas marcas reconocidas, por otros naturales que son una opción recomendada incluso en dietas hiposódicas.
Momento 2: la compra
Para saber la cantidad de sal que contiene un producto, la fórmula es multiplicar por 2,5 el sodio que todos los paquetes están obligados a marcar en su contenido. Es decir, los cinco gramos de sal diarios corresponderían a dos gramos de sodio.
Como la fórmula quizás resulte algo complicada, puedes elegir dos de los siguientes productos (todos de muy alto contenido en sal) para eliminarlos de tu lista de compras. Verás cómo dentro de un tiempo te animas a eliminar otros dos:
Momento 3: cocinar en casa
Sin duda es el momento en que más y mejor se puede controlar la sal que utilizas. Ten en cuenta estos consejos a la hora de preparar tus alimentos:
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Si pese a todo te sientes incapaz de renunciar a la sal, recuerda que siempre debe ser yodada y que existen alternativas como sal de hierbas, de sésamo, etc.
Recomendaciones finales
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