Entrenar, mejor en compañía

La deserción en los gimnasios es menor entre quienes asisten en grupo. La razón de fondo es psico-social: los seres humanos somos sociales por naturaleza, necesitamos conectar con otros y compartir nuestras alegrías y frustraciones.

Se trate de tu pareja, amigos de toda la vida, compañeros de trabajo, un entrenador personal, o un grupo recién conocido en el gimnasio, el entrenamiento en compañía es la motivación que necesitan algunas personas para ser constantes.

Estos son algunos de los porqués y de los beneficios.

1. Constancia

Así sea por el simple hecho de no quedar mal, saber que alguien más está esperándote para entrenar activará el sentido de la obligación para dejar atrás las excusas. El entrenamiento se volverá, con ello, más constante y tendrá mayores posibilidades de convertirse en un hábito permanente.

2. Motivación

Lo dice la psicología, percibir a otros motivados ejerce un efecto que moviliza y motiva también. Alguien más no es sólo un estímulo previo para ponerse la ropa deportiva, sino que muy seguramente será una voz de aliento durante el entrenamiento. Además, los logros compartidos saben mejor y para muchos no es lo mismo salir del gimnasio en solitario con la satisfacción del trabajo cumplido, que compartir con los amigos o la pareja esa sensación de éxito, algo que además refuerza los vínculos y la conexión.

3. Competitividad

¿Quién hace más repeticiones? ¿Quién corre una mayor distancia? ¿Quién levanta más peso? El espíritu competitivo natural hará que retar al otro o querer superarlo te acerque a los límites y mejore, gradualmente, tus capacidades, habilidades y estado físico. Esta competitividad saludable es, sin lugar a dudas, un gran estímulo pues hará que te esfuerces más.

4. Apoyo

Corregir errores o fallos en la ejecución técnica. Compartir dudas sobre rutinas, dietas y hasta indumentaria. Contar con alguien más eleva la sensación de seguridad ante posibles contratiempos y, muy seguramente, es el incentivo extra que necesitas para animarte a probar cosas nuevas como complementar tu rutina con actividades exteriores, como senderismo o montar en bici.

5. Humor

Por último, pero no por ello menos valioso, entrenar en grupo conlleva una buena dosis de humor. Las bromas y las risas harán los entrenamientos más amenos y divertidos, algo que, sin lugar a dudas, facilitará que le vayas cogiendo el gusto a entrenar.

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En la serie de videos Cultura Fit encontrarás recomendaciones de convivencia en el gimnasio con una dosis de humor.