No cabe duda de que realizar ejercicio trae muchos beneficios para la salud, pero ser disciplinado no es suficiente para lograr una práctica segura. Los siguientes son los errores más comunes a la hora de entrenar ¡Evítalos!
1.Iniciar sin evaluación
Muchas personas toman la decisión de volverse físicamente más activas de un día para otro y su motivación es tan fuerte, que deciden empezar a entrenar sin conocer su condición física y estado de salud. Cuando esto ocurre, aumenta el riesgo de tener lesiones y enfermedades, especialmente en quienes ya las poseen. Aquellos que son aparentemente sanos pueden realizarse una evaluación física con un fisioterapeuta o entrenador especializado en ejercicio, mientras que, las mujeres en embarazo y a las personas con factores de riesgo alto, se les aconseja evaluarse con un médico del deporte.
2.No calentar
Cuando no se dedica tiempo a calentar, aumenta la posibilidad de lesionarse. El calentamiento permite que se aumente la temperatura corporal, preparando los músculos y las estructuras que conforman las articulaciones
(cartílago, tendones y ligamentos) para realizar los esfuerzos durante la sesión. Se recomienda dedicarle entre cinco y 15 minutos en promedio, incluyendo ejercicios de movilidad articular, flexibilidad dinámica con estiramientos de corta duración y activación muscular, priorizando los músculos que más se exigirán durante la sesión.
3.Improvisar
Cuando se realizan ejercicios sin comprender su técnica, el esfuerzo que exige o el nivel de entrenamiento que requiere, se asume el riesgo de lesionarse fácilmente. Hoy, por el auge de internet, redes sociales, aplicaciones y páginas con videos de ejercicios, es fácil encontrar una infinidad de opciones para entrenar que aparentemente se adaptan a nuestras necesidades. Para evitar realizar ejercicios sin estar seguros de su conveniencia, es necesario tener un programa de entrenamiento prescrito por profesionales del ejercicio y la salud, que incluya la prescripción de parámetros importantes como el tipo de ejercicio, la duración, la intensidad y el volumen de entrenamiento adecuado según la condición física de cada persona.
4.Sentirse superpoderoso
El espíritu de superhéroe nos puede llevar a aumentar los niveles de esfuerzo con imprudencia. A nivel cardiovascular puede ocurrir cuando se cree que sudar más es más efectivo y a nivel muscular, cuando se aumentan las cargas pensando en ser más y más fuerte pero sin cuidar las progresiones. Sentirse con superpoderes también nos puede motivar a subestimar la sensación de cansancio, fatiga, dolores musculares y articulares; esto sucede porque inconscientemente exageramos en creer que en el entrenamiento siempre aplica la frase: “no pain, no gain”.
5.Hacer siempre lo mismo
Es fácil hacer del programa de entrenamiento una verdadera rutina, especialmente cuando estamos cómodos con los ejercicios y con el nivel de exigencia; sin darnos cuenta, esto puede explicar la dificultad para lograr los objetivos propuestos. Cuando una persona decide quedarse haciendo los mismos ejercicios y sin variar el nivel de esfuerzo, lo más seguro es que se demore más tiempo en acelerar su metabolismo, esto le alejará de sus metas y, por tanto, es necesario aplicar siempre uno de los principios del entrenamiento: la variedad de las cargas y de estímulos.
6.Realizar únicamente ejercicio cardiovascular para perder peso
Está demostrado que para bajar de peso se requiere entrenar de manera integral, combinando ejercicios de resistencia cardiovascular con ejercicios de fortalecimiento; por esta razón, no está bien enfocarse solo en el entrenamiento cardiovascular para bajar de peso. Cuando crece la masa muscular, se incrementa el gasto calórico durante el reposo, esto significa que aumenta la utilización de las grasas durante el día, lo cual es un importante beneficio para acelerar la disminución del peso.
7.Utilizar el teléfono móvil
Durante una sesión de entrenamiento, la concentración es esencial, ya que es un espacio de tiempo ideal para conectar la mente con el cuerpo; cada ejercicio requiere de toda nuestra atención para llevar a cabo una ejecución controlada, segura y eficiente. El uso del teléfono móvil entrenando no es una buena opción, pues nos desconcentra y nos puede llevar a sufrir accidentes lamentables.
En las sedes BODYTECH puedes usarlo para consultar tu plan de entrenamiento.
8.Descuidar la hidratación
La hidratación es necesaria principalmente para regular la temperatura corporal, y reponer los minerales y electrólitos que se pierden al aumentar el calor durante el entrenamiento. De acuerdo al esfuerzo, se debe elegir un tipo de hidratación que supla las pérdidas según sea la necesidad; generalmente se aconseja beber agua, pero en casos donde la intensidad de entrenamiento es alta, se deben consumir bebidas más hidratantes. Quien descuida la hidratación se expone a fatigarse más rápido, a aumentar los riesgos de lesión muscular e incluso, a sufrir desvanecimientos por aumento exagerado de la temperatura.
9.Entrenar sin asesorarte
En el entrenamiento el aprendizaje nunca termina, por el contrario, siempre es importante asesorarse para tener información que asegura la buena práctica. Es un error utilizar máquinas, equipos o realizar cualquier actividad física sin la asesoría de un profesional; porque cada una tiene una técnica que debe ser cuidada con elementos claves como: la postura correcta, la respiración, la activación de los músculos principales del movimiento y la velocidad de ejecución.
10.Finalizar el entrenamiento sin recuperar
Bien dice el dicho “del afán no queda sino el cansancio”. Terminar el entrenamiento sin tomarse el tiempo de recuperarse es un error frecuente que no permite un restablecimiento del metabolismo después de realizar un esfuerzo. El cuerpo necesita volver a la calma; a mayor intensidad, mayor debe ser el tiempo que se tome para la recuperación. Se recomienda bajar gradualmente el nivel de intensidad realizado, entre 10 y 15 minutos en promedio, incluyendo estiramientos de una duración entre 20 y 30 segundos.
Por: Ibeth Carvajal, Gerente Técnica Bodytech